LZC,
Mich.- Muy a propósito de la perniciosa
práctica de bloqueos a las vías generales de comunicación, el 17 de marzo de
2010 se dio en el Puerto de Lázaro Cárdenas uno de los más singulares bloqueos:
el de un muelle, ¡pero no por tierra sino por agua! La historia es la siguiente:
Pescadores
locales bloquearon desde las seis horas de aquel 17 de marzo de 2010 el muelle
portuario de lo que fue Sadcom de Occidente, del Grupo Fertinal, para protestar en contra
de la supuesta contaminación de la empresa, en tanto que la Administración
Portuaria Integral (API) dijo que de escalarse el movimiento entraría en acción
el Código Internacional de Protección a Instalaciones Portuarias, mientras que
la extinta Comisión para el Desarrollo Integral de la Costa Michoacana (CEDELAC)
consideró que el movimiento era resultado de la actitud de soberbia con que se
conducía la productora de agroquímicos.
En
una sorpresiva acción, más de cien pescadores, a bordo de unas 40
embarcaciones, se instalaron a primera hora en torno a la terminal de Sadcom y
del navío Jo Spruce, de bandera noruega, atracado en ese muelle para descargar
poco más de 19 mil toneladas de ácido sulfúrico, y declararon un bloqueo
indefinido a esas instalaciones, al argumentar que a pesar de las reiteradas
denuncias de contaminación al mar provenientes de esa empresa no había existido
una respuesta concreta.
La API,
señaló entonces que los pescadores invadieron un área prohibida, a pesar de lo
cual todavía “no le hacen daño a nadie”, pero que de afectar la operación del
muelle y del navío inmediatamente entrará en vigor el Código de Protección a Buques
e Instalaciones Portuarias (CPBIP), que amerita la intervención de las
autoridades.
Añadió
que desde el primer momento se estableció una reunión de análisis de la crisis
entre la Décima Zona Naval de la Armada de México y la Capitanía de Puerto, pero
que oficialmente la API no había recibido el acercamiento de los pescadores
para conocer exactamente el contenido de su demanda, aunque la empresa o los
propietarios del navío pudieran eventualmente presentar denuncias por
afectación.
CEDELAC,
la parte representativa del gobierno estatal, opinó que la empresa había
mantenido una actitud de poca colaboración frente a la demanda de los
pescadores y de las autoridades ambientales como CNA, Semarnat y la propia
Profepa, así como autoridades estatales en este mismo rubro.
Añadió
que, incluso, el gobierno estatal había ofrecido a la empresa gestionar apoyos
en instancias superiores de gobierno en el caso de que el diagnóstico de la
contaminación generada por sus procesos requiriera inversiones a los que Sadcom
no pudiese hacer frente sin poner en riesgo su equilibrio financiero, pero que
la productora de agroquímicos había preferido mostrarse a la defensiva, como si
fuese ella la única a la que se estuviese persiguiendo, además de que ella
misma había señalado no ser la única culpable, al considerar que también el gobierno
municipal y el puerto eran otros agentes contaminantes.
Los
pescadores, dijo CEDELAC, finalmente entraron ya a la desesperación, pero
ellos, con todo y ser el sector más representativo en esta demanda de control a
al contaminación, no son los únicos, pues se trata de un reclamo de toda la
comunidad, pero añadió que “Se les ha solicitado que acepten un preacuerdo para
abrir un nuevo dialogo y esperemos que así ocurra. Sabemos que el director general
de Sadcom de Occidente, Fabio Covarrubias, ya está en Lázaro Cárdenas con este
mismo propósito.”
Recordó
que justamente para aquel viernes estaba ya prevista una reunión entre Suma, Proam, Marina, API y CEDELAC con
científicos y gente especializada para dar continuidad al proyecto del
saneamiento integral de la zona y del río Balsas.
Finalmente
y luego de la reunión entre los actores señalados, los pescadores fueron convencidos de levantar el
bloqueo con el compromiso de que las autoridades y la empresa tomarían acciones
para determinar y controlar, en su caso, la contaminación argumentada.
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