Las
acereras de Norteamérica, es decir de Canadá, Estados Unidos y México, ya
establecieron conjuntamente sus recomendaciones para la renegociación del TLCAN
y definieron dentro de ellas sus prioridades,
pero no hay referencia en ninguna de ellas al aspecto salarial de los
trabajadores del ramo; un rubro por el que han pugnado permanentemente el
Sindicato Nacional de Mineros, de México, y la United Steel Workers, de Estados
Unidos y Canadá. En términos muy
generales, un rubro por el que abogan los sindicalistas.
Por
lo pronto, hay señales de que la actividad minera y siderúrgica se reactiva. Está el caso de la reactivación de la mina El
Volcán, en Sonora, de ArcelorMittal México;
la reactivación, también, cuando
menos en parte, de la Terminal de Minerales a Granel y Productos de Acero en el
Puerto de Lázaro Cárdenas, del Grupo Mexicano de Desarrollo.
Y a
propósito del Puerto de Lázaro Cárdenas, éste anda de plácemes por haber
escalado una posición el Ranking Portuario de América Latina que realiza la
CEPAL. Algunos hacen gala de que el
puerto michoacano se encuentra en el top 20 de los puertos analizados por
CEPAL, pero lo cierto es que ya tiene tiempo dentro de los 20 con mejor
desempeño, aunque con una posición menor a la alcanzada en este última
medición.
Apenas
concluidas las elecciones de ese año en cuatro estados, exceptuando el tiempo
que se lleven las impugnaciones, arrancó descaradamente la carrera hacia las
elecciones del 2018, y decimos “descaradamente”
solo en términos de tiempos. Y en
este arranque también se apuntó el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles,
pero lo ha hecho con una planteamiento que ha escandalizado a su propio
partido, el PRD, en Michoacán. Aureoles
ha planteado que el PRD debe actuar con mente abierta y estar dispuesto a
considerar alianzas triunfadoras para el 2018, como podría ser una con el
PRI.
Algunos
han puesto el “grito en el cielo”, pero otros no ven la propuesta tan
descabellada. Es más, la perciben muy tentadora.
-o0o-
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