LZC,
Mich.- El Puerto de Lázaro Cárdenas
guarda en su corta vida algunas historias dignas de recordar. Y decimos “corta vida”, porque en términos de
la vida de un puerto, 40 años corresponden apenas a la adolescencia. Con todo, reproducimos aquí la historia del
destructor John Rodgers y su triste final; un episodio registrado por INDICADOR
del Puerto, antecedente directo de El Indicador del Balsas, en agosto de 2010:
“El
destino alcanza al John Rodgers
Lázaro
Cárdenas.- El destructor John Rodgers DD574, bautizado en México por las
autoridades de la Marina como el ARM Cuitláhuac, parece haber encontrado un
final inmerecido, luego de que la embarcación fue remolcada a mediados del mes
pasado de su prolongado atraque en el muelle de la Terminal de Graneles a la
Terminal de Ecomar, instalación de desmantelamiento y reciclaje integral de
embarcaciones.
Y es
que el destructor John Rodgers ya resultaba incómodo y peligroso para la
Terminal de Graneles, la cual se olvidó de cobrar por su estadía de casi 3.5
años en su muelle (cuando solo había accedido a que estuviese ahí por unos 15
días).
El
destructor, también llamado Cuitláhuac, no pudo lograr un destino más digno,
luego de que la Beauchamp Tower Corporation (una agrupación de veteranos de
guerra que lucharon a bordo del John Rodgers en la Segunda Guerra Mundial) no
consiguió llevarlo a los Estados Unidos, donde sería una pieza de museo.
Tampoco
fue posible que el Patronato Pro UMSNH en Lázaro Cárdenas lo obtuviera en
donación para convertirlo, aquí mismo, en un espacio para propósitos
culturales, recreativos y de apoyo al Campus local de la Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo.
Aunque
no se ha confirmado oficialmente que el Cuitláhuac será desmantelado y reducido
a piezas, éste destructor parece haber perdido finalmente su segunda batalla
por regresar a los Estados Unidos o por sobrevivir, después de que los
veteranos de la Beauchamp Tower Corporation (BTC) buscaron afanosamente recuperarlo.
Y es
que el navío aún parece encontrarse, como si se aferrara a su última
oportunidad, en medio de un complejo procedimiento jurídico, ya que éste fue
donado por el gobierno mexicano a la Beauchamp Tower Corporation (BTC), pero
ante la imposibilidad de que esta agrupación pudiese remolcarlo a la Unión
Americana por razones tanto económicas como técnicas, la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT) habría intentado un mecanismo legal para
recuperar la embarcación a favor de la Nación sin descuidar las formas
diplomáticas con los Estados Unidos de Norteamérica.
“Rescatarlo
nuevamente para México es un procedimiento sumamente complejo y delicado
diplomáticamente, por lo que ahora se busca sacarlo de la actual figura
jurídica que tiene (de donación a favor de BTC) para que encuentre su destino
final”, dijeron hace poco menos de un año las autoridades portuarias
consultadas.
A
este respecto, las autoridades portuarias señalaron en su momento que de alguna
forma el John Rodgers podría ser liberado de adeudos, siempre y cuando nadie
reclamara derechos de cobro, porque ya urgía retirarlo de la zona comercial
portuaria debido a los riesgos que presenta su permanencia dentro del puerto.
Lo
único claro dentro de esta historia es que el John Rodgers ó Cuitláhuac ya está
en la Terminal desmanteladora, en espera, seguramente, de ser reducido a
chatarra.”
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