LZC,
Mich.- Es sábado y son las dos de la tarde; el sol cae a plomo y la humedad
incrementa el efecto del calor. Un grupo de obreros, unos seis, con su
vestimenta inconfundible y sus arreos de trabajo a cuestas ingresa al
establecimiento a refrescarse. Mientras les sirven lo solicitado, tres de ellos
van directamente a la jukebox o rocola. Se entretienen seleccionando la música
y luego regresan al grupo.
De
pronto, melodías de The Doors, Caifanes y Kiss inundan el lugar.
Los
trabajadores, de entre 25 y 35 años aproximadamente, conversan tranquilamente y
la mitad de ellos decide jugar al billar, mientras los otros reposan y
observan. Cualquiera de ellos, de tiempo en tiempo, regresa a la tragamonedas
para continuar seleccionando música también de Aero Smith y Gun and Roses.
Los
obreros, que laboran para una empresa contratista, muestran que disfrutan su
momento, pero lo hacen singularmente tranquilos.
La
escena contrasta con la idea, digamos generalizada, de que las corrientes
musicales predominantes en Lázaro Cárdenas son de cualquier tipo menos del Rock
de los 70s y 80s, sobre todo porque las radiodifusoras locales difícilmente
emiten una retrospectiva musical de esa época.
¿Entonces?
Da la impresión de que el carácter cosmopolita de esta ciudad portuaria se
acentúa a cada paso y tiene ya su influencia en los distintos sectores de la
sociedad local.
Puede
ser también que esta muestra de diversidad en el gusto musical se deba, en una
medida difícil de precisar, al acceso que ofrece el internet y la cada vez más
fuerte corriente musical retro, que captura música de los años 50 en adelante
hasta quizás los 80; una corriente que algunos califican como un movimiento
contracultural a la musicalidad actual.
Algunos
segmentos de Lázaro Cárdenas, por cierto, han añorado las oportunidades que en
este sentido ofrecen ciudades con mayores alternativas como Morelia e, incluso,
la vecina Ixtapa-Zihuatanejo.
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